Los vehículos estándar (también los midibuses, y obligatoriamente los articulados) pueden disponer de tres puertas, la delantera para el acceso de viajeros, y las dos posteriores para el descenso. Las tres puertas son una buena solución para aligerar el descenso de los viajeros, consiguiendo reducir el tiempo de estacionamiento en la parada. Además permiten distribuir mejor el pasaje hacia el fondo del autobús, con lo cual, a iguales dimensiones, se gana en la práctica un cierto porcentaje de plazas útiles. Las posibilidades de tres puertas son habitualmente: 2+2+1 (puerta posterior de una sola hoja), 2+2+2 (de dos hojas) o bien 1+2+1 (la puerta delantera también de una sola hoja).
Hay que recordar que la potencia del motor es también importante para itinerarios con rampas significativas, lo cual puede descartar algunos modelos existentes en el mercado que por dimensiones sí podrían ajustarse a nuestras necesidades. La circulación de los autobuses suele ofrecer esquemas mucho más flexibles de inserción en una vía urbana. Podemos observar, para cada tipología de vía urbana, distintos tipos de soluciones para la implantación de autobuses:
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En un giro de 90º el autobús describe una trayectoria con radio interior variable entre 7 y 8 metros, y una trayectoria exterior entre 12 y 13 metros: es decir, el carril de circulación habitual de 3,5 metros debe contar en curva con un sobreancho de unos 2,5 metros adicionales. En el caso de un giro de 180º la exigencia es mayor, ya que en la segunda fase del giro la trayectoria interior alcanza un radio de sólo 6,5 metros, y la exterior puede superar los 13 metros; por tanto, se requiere un sobreancho de carril de hasta unos 3 metros.
Una buena práctica será diseñar glorietas de no menos de 8 metros de radio interior y 13 metros de radio exterior, teniendo en cuenta los valores antes mencionados para autobuses estándar o articulados. La circulación del transporte público urbano de superficie debe gozar de prioridad sobre el tráfico privado, con el fin de ser competitivo. El autobús, que normalmente no dispone de plataformas de circulación propias, hace necesarias medidas adicionales de prioridad y protección, la principal de las cuales consiste en la dotación de carriles bus o plataformas reservadas. |
Entre las ventajas de los autobuses de piso bajo figuran las siguientes:
A pesar que los fabricantes tienden a ofrecer cada vez más el piso bajo integral, todavía existen algunos modelos que por sus características (reducidas dimensiones u organización del espacio interno) presentan desniveles, a menudo con mayor altura del piso en la parte posterior del vehículo. |
Los desniveles pueden resolverse mediante escalones o rampas más o menos suaves.
La mejora de la accesibilidad de estos vehículos puede completarse con dos mecanismos adicionales muy importantes:
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