Ahora si es posible la movilidad
La demanda moderna de una ciudad humanizada se está convirtiendo en uno de los retos urbanísticos. La adopción de medidas para la separación de los peatones y el tráfico motorizado, se encuentra entre los objetivos de las ciudades de Europa.
Si bien, en un principio, la peatonalización nació del objeto de preservar aquellas zonas de indudable carácter histórico y monumental, se ha obtenido con dicha experiencia, una mejor definición de la interacción entre la ciudad y las personas, no solo por la potenciación turística de este tipo de zonas, sino también por su empuje comercial y económico. |
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Esta experiencia práctica, ha sido teorizada para establecer los criterios de cualquier zona a peatonalizar y que pueden ser, entre otros:
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En la parte inferior de este texto se cuentra a groso modo, los modelos primarios de la ciudad y parte de los secundarios. Se puede observar que el triángulo del Jardín de San Francisco y la plaza de Santo Domingo, dominan todo el modelo de movilidad de la ciudad protegido, pero tambíen aislado por el casco histórico de la ciudad en el este y la modelo comercial de Ordoño y sus adyacentes de reciente creación.
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La eliminación de este triángulo de rutas, somete a la ciudad a una diversificación de rutas, optimizando los trayectos actuales, y convirtiendolos en unidireccionales y apoyando los desplazamientos en nuevos viarios, que deberán cambiar su condición y nivel de servicio.
Otra de las carácteristicas que debe aportar el nuevo modelo es la diferenciación de las rutas individuales de las rutas colectivas de transporte. |