De los posibles modelos de regulación por eventos, este es el más simple y fácil de implementar.
Desde una posición de paso permitido a los peatones por tiempo indeterminado, el sistema sólo modificará su pauta de comportamiento ante una demanda por parte de un vehículo.
El proceso de cambio es de seis segundos desde la detección del primer vehículos y el paquete de tráfico podrá pasar en un sólo movimiento hasta que el número máximo de segundos programado se consuma, momento en el que el exceso de tráfico deberá esperar un nuevo movimiento de paso.
Bien porque la demanda de vehículos desaparezca o por consumo del total de los segundos programados, el sistema volverá a permitir el paso de los peatones por el tiempo programado, independientemente de que exista demanda para estos.
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Evolución de la anterior, se fija la necesidad de una demanda para los peatones. Esto permite mejorar los tiempos de espera (de un mínimo de 6 segundos a un mínimo de 1 segundo).
Ofrece mayores niveles de seguridad en la zona, ya que todos los elementos involucrados deben fijar su decisión en el sistema.
Funciona con cualquier nivel de intensidad, excepto en los modelos de alta o muy alta intensidad durante periodos amplios de tiempo.
Es operativo como factor de pacificación de tráfico, incluso asociado a ambientes aislados del conglomerado urbano y con una escasa o muy escasa intensidad vehícular, regulando de modo efectivo la velocidad de paso en la zona.
En el caso de zonas de especial incidencia se puede asociar el sistema con un modelo de sancionamiento que gestione el traspaso del rojo de vehículos. El anidado de varias instalaciones ofrece un completo control sobre la velocidad media de los vehículos en el trayecto afectado. |
Activación demanda para peatones
Activación demanda para vehículos
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